Así que dicho y hecho, nos cogimos el tren que salía a las 9,30 de Oulu hacia Helsinki. Dormimos separados porque cogimos camas para pasar la noche... al día siguiente nos esperaba un largo día. A las 6,30h. de la mañana llegábamos a la capital de Finlandia, y como era muy de noche todavía, desayunamos. Ya con algo de luz comenzamos a recorrer los alrededores de la estación, donde se encuentran la mayoría de los edificios interesantes de la ciudad, hasta que topamos con la oficina de turismo. Allí nos recomendaron ir al fuerte de Suomelinna, una isla frente a Helsinki, considerada como un distrito más y con 800 habitantes. Para llegar allí tomamos el transporte público: un barco cuyo billete cuesta lo mismo que uno de bus o tranvía. Ir allí fue como viajar en el tiempo de algún modo.
Otra recomendación de la Oficina fue el museo de historia municipal. Sin duda no se equivocaban. Allí pudimos ver la evolución de la ciudad de Helsinki desde su formación.
Más tarde, y también por recomendación, dimos una vuelta en la línea de tranvía 3B-3T (qué es la misma pero a partir de cierto distrito cambia de nombre). Esta línea, además transporte de viajeros de forma pública, tiene la peculiaridad de que pasa por los puntos de atracción turística de más interés de la ciudad (y alejados del centro), cómo la Calle del Diseño, las puertas del Estadio Olímpico de las Olimpiadas del 52, etc. para volver a la estación de tren, desde donde caminando fuimos al muelle donde partíamos hacia Tallin.
A ver que tal funciona esto del Slide... espero que os gusten las fotos. Si hacéis click sobre "ver todas las fotos" se ven más grandes y de forma más cómoda.
Oh... me matas de envidias con tus aventuras querido Moli *.*
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