sábado, 24 de abril de 2010

Esto se acaba...

(Cómo en todo buen blog de Erasmus, si no escribo lo siguiente reviento) Esta es la última vez que actualizo desde Finlandia. Mañana a estas horas estaré de camino a casa... aunque ahora casi considero que mi casa está aquí.

Y dicho esto, las últimas impresiones:

Una de las cosas que más me ha costado es dejar la universidad. Jamás ante me había producido tanta tristeza alejarme por última vez de un centro de estudios. La experiencia de estudiar en una universidad como ésta ha sido muy enriquecedora, y me ha hecho darme cuenta de las cosas que deberían cambiar en España para que todo funcionase un poquito mejor.

En mi última conversación con la Coordinadora Internacional, me ha dado las gracias por haber elegido la universidad; de parte de los profesores, me ha dicho que hemos sido unos buenos alumnos y que la experiencia para ellos ha sido muy buena también. Por lo visto los alumnos extranjeros no suelen asistir con frecuencia a clase y sus trabajos no es normal que queden entre los mejores. Al parecer, dar las clases en Inglés no es fácil para ellos tampoco, pero dicen haberse sentido muy a gusto con nosotros.

Después de subirme la moral (cosa que le agradeceré eternamente, porque en España un trabajo bien hecho es simplemente eso... y no hablemos de uno malo, eso sí que te lo recuerdan...) me ha entregado las notas en mano: todo aprobado. Me ha deseado suerte en la vida y me ha dicho que siempre seré bienvenido en la universidad... Lo que daría yo por quedarme... o por que España se pareciera un poco a esto...

Foto de hace unos días, anocheciendo (a eso de las 22.00 h.)

Ha empezado a nevar de nuevo. A mí nada más de verlo me entra una nostalgia ya... Creo además que hubiera preferido ver el sol... la luz aquí, cerca del círculo polar ártico, siempre me ha parecido distinta. Quizá sólo sea por que no hay contaminación... no sé. Un amigo me dice por Facebook que éste es el mejor final... para mí es bastante triste... pero sí, muy bonito.

JuanMa - Erasmus Sep. 2009 - Mayo 2010

jueves, 8 de abril de 2010

Oulu (Nuestra casa por un tiempo,)

Cuando la ciudad o pueblo donde vives la tomas como tu propio hogar, en cierto modo deja de parecerte interesante hablar de ella. Quizá por eso nunca he hablado de Oulu. Es tremendamente acogedor y consiguió que la sintiera mi casa desde el primer día.

Ayuntamiento

Oulu es una ciudad de unos 140.000 habitantes, lo que la hace la sexta ciudad más grande de Finlandia y la mayor de la mitad norte de país. Es la capital de la provincia de Ostrobothnia del Norte. Toda la región de Oulu constituye, desde el punto de vista geográfico, una zona de transición entre el norte y el sur finlandés.

Al contrario de lo que la Finlandia del sur puede pensar, aquí puedes encontrar todo lo que necesitas para vivir. Hay dos universidades, varios museos que me sorprendieron gratamente (sobretodo el de bellas artes) y una gran variedad de opciones para disfrutar del tiempo libre.

OulunHalli (polideportivo)

Dispone de enormes polideportivos cubiertos con piscinas y pistas para practicar cualquier tipo de deporte en equipo, pistas de patinaje al aire libre, bosques y parques por los que pasear en verano y para practicar cross coutry sky cuando la nieve los cubre en invierno, carriles bici para pasear y cómo medio de transporte... etc. Por supuesto hay varias bibliotecas, cafés, discotecas, supermercados, grandes almacenes etc. También es altamente recomendable asistir a algún concierto de la Orquesta de la ciudad en el auditorio municipal. Comentar además, que en el centro de la ciudad y en casi todos los edificios públicos hay conexión wifi gratuita.

Parque en Otoño con la catedrál al fondo.

Sin embargo, lo que la hace un lugar ideal para vivir es la tranquilidad. Cruzar una calle en centro de la ciudad en hora punta aquí no tiene nada que ver con hacerlo en cualquier ciudad de España. Todos los conductores respetan las señales, tanto de tráfico como las de otros conductores. Ceden el paso, son educados y nadie grita ni utiliza el claxon. Las palabras orden y silencio resumen la escena.

Pasear por sus calles, a pesar de estar abarrotadas de gente, es tranquilo. Nadie grita, no hay gente mal educada. Todo está limpio y cuidado. Reina el respeto: siempre te van ceder el paso si vas bici o andando.

Caferías del puerto.

En los supermercados, cines, discotecas, tiendas... se respetan los turnos. Subir al tren o al autobús nunca me había parecido tan sencillo.

Además es un país tremendamente concienciado con la naturaleza: se usa muchísimo más el transporte público y la bici, algo que se apoya y se promueve habilitando carriles junto a TODAS las carreteras y calles, limpios de nieve todo el invierno y por lo tanto utilizables durante todo el año; y con unos precios muy competitivos en el uso de trenes y autobuses de larga distancia.

Seguro que se me pasan mil cosas, pero creo que en general se puede deducir del post que estoy contento... y que en volver a la ruidosa y desorganizada España me va a costar acostumbrarme un poco...

Centro de la ciudad (keskusta en finés).

martes, 6 de abril de 2010

Semana Santa

Calle Broholmsatan - Iglesia Kallio al final de la Av.

Aquí también se celebra la Semana Santa, pero de una forma más discreta. Cómo los periodos vacacionales se distribuyen a lo largo del año de una forma más inteligente y productiva, los únicos días que tuvimos libres fueron el Viernes Santo y el Lunes de Pascua.

Catedral Suurkirkko.

Cómo ya paso bastante tiempo encerrado en casa, se me ocurrió la idea de irme a Helsinki a visitar a un amigo y, para que nos vamos a engañar, conocer un poco la vida nocturna de la capital del país. Además es un buen momento, porque durante el invierno cafeterías y discotecas se resienten por el frío. Con la llegada de la primavera las temperaturas son más cómodas y la gente sale a las calles.

Estación de tren y detalles de la arquitectura. Rautatiasema es en finés y Järnvägsstation en Sueco, los dos idiomas oficiales.

Había estado ya en Helsinki dos veces, ambas de paso y con poco tiempo. En esta visita tuve la oportunidad de disfrutar del Museo Ateneum, quizá el de más renombre de la ciudad; y pasear por el conocido barrio del diseño, donde ya se empieza a oler el ambiente de un evento al que me encantaría asistir: Helsinki 2012, World Design Capital. Llovía, así que las fotos son pocas y normalitas...

Museo Ateneum.

Para futuros visitantes: las opciones de alojamiento son muchas... y caras. Yo opté por Omena Hotel's, una cadena de hoteles low-cost con precios muy interesantes. Cerca del centro y los barrios de bares y discotecas.

Para que no os llevéis una mala impresión de la ciudad, pongo esta foto de GoogleMaps... cómo me gustaría ver Finlandia en verano... pero no podrá ser. En dos semanitas de vuelta a casa.

Edificio del Banco de Finlandia en dos épocas del año.