Para los fineses izar una bandera no es tan sólo un símbolo patriótico (probablemente si así lo fuera yo jamás estaría escribiendo esto) si no que esconde otros significados.
La bandera de Finlandia está compuesta por una cruz azul sobre un fondo blanco, y fue promulgada como oficial unos meses después de la declaración de independencia del país, en 1918.
Cómo en cualquier país, está estipulado por el ministerio del interior los edificios y/o actos que deben ondearla, y en los que aunque no sea obligatorio, está permitido.
Hasta aquí todo igual. Lo que marca la diferencia es que hay una lista con una serie de días conmemorativos en los que es obligatorio que esta ondee (en el caso de edificios públicos). Por supuesto, estos días también está permitido que cada finés pueda ponerla en la entrada de su edificio u hogar. En ambos casos se debe seguir de forma estricta el horario en el que esta ondee y la forma en la que esté estipulado que lo haga.
Lo más curioso, y justo lo que hace los Liputus interesantes y especiales, es que no sólo se conmemoran victorias bélicas, logros políticos, etc. Si no eventos culturales y sociales como nacimientos de escritores, publicaciones de obras, los días del padre y la madre, el día del trabajador, etc... algo que sirve para recordar a todos los fineses esos días aunque no sean festivos no laborables y que a los extranjeros nos ayuda mucho a entender la cultura del país.
Por eso, cada vez que miro por la ventana y veo las banderas ondeando, voy de cabeza a la mencionada lista y luego a Wikipedia para enterarme del porqué están ahí.